Fue un partido casi insoportable por la tremenda tensión vivida hasta el final. El Barcelona empató a un tanto, clasificándose por el doble valor de los goles de visita, y jugará la final ante el Manchester United de Cristiano Ronaldo.
“Estamos en la final y lo vamos a disfrutar”, manifestó Josep Guardiola, el entrenador del Barcelona. “Es un gran éxito, no podemos negarlo”, opinó el central Gerard Piqué. “Se nos complicó, pero cuando todo parecía perdido apareció Iniesta”, añadió Lionel Messi.
“No hay que olvidar que hemos jugado 25 minutos en inferioridad numérica. Hemos demostrado un gran valor. Es una felicidad increíble”, agregó el entrenador azulgrana, que aseguró comprender el enfado del Chelsea con el árbitro, al que reclamó en vano varios penaltis.
Didier Drogba, el delantero del Chelsea, explotó al final del partido y se fue directo en busca del noruego, señalándole con el dedo mientras profería mil insultos.

Por su parte, el técnico del Chelsea, Guus Hiddink admitió que queda la sensación de que les han “robado el partido” y de que se ha cometido una “injusticia”.
“No he visto un actuación peor de un árbitro en mi carrera”, señaló indignado el holandés, y agregó “hay tres o cuatro situaciones que nos dejan la duda de que hubo penalti”.
Las jugadas polémicas se fueron sucediendo. En la primera parte, Henning sacó fuera del área una falta de Daniel Alves tras una fricción que ocurrió dentro de la zona de castigo. Si hubo falta, fue penalti.
Luego, el árbitro expulsó al visitante Eric Abidal por una confusa acción sobre Nicolas Anelka cuando éste se dirigía hacia la porteria defendida por Víctor Valdés.
Y más tarde llegó un claro penalti de Piqué por mano dentro del área y otra confusa acción en el área española que el alemán Michael Ballack protestó con las venas del cuello a punto de escapar de su cuerpo.
Al final del partido Pique dijo:“Para ser sincero, el balón me tocó la mano aunque yo no quería tocarlo, por suerte el árbitro no cobró penalti”.
